Por: MV Enrique Castillo*

Cuando un caballo se echa sobre uno de sus costados y repentinamente comienza a voltearse o a girar de lado a lado, repite estos movimientos varias veces, vuelve a ponerse de pie, presenta sudoración profusa y su respiración acelerada, puede estar padeciendo de dolor abdominal o lo que se conoce comúnmemte como cólico

El caballo se echa sobre uno de sus costados y repentinamente comienza a voltearse o a girar de lado a lado. Tras repetir estos movimientos varias veces, el caballo vuelve a ponerse de pie, la sudoración es profusa, la respiración acelerada.

Por momentos pareciera estirarse adoptando una posición que para algunos asemeja la que normalmente adopta antes de orinar, pero también pareciera como un intento del animal a crear más espacio en su abdomen para sentirse más confortable. 

El animal “casquea” o golpea el piso de su establo repetidamente con sus miembros anteriores, luego gira su cuello con resignación y golpea su flanco con la nariz. 

La descripción anterior envuelve varios de los signos clínicos que se presentan en un caballo con dolor abdominal o como se le denomina más comúnmente, cólico. 

Por supuesto no necesariamente todos estos signos tienen que estar presentes en un animal con dolor abdominal y la intensidad con la que se presentan también puede variar en cada caso.

Sin duda alguna el cólico es una de las patologías o condición que más comúnmente afectan al caballo, siendo responsable no sólo de un alto índice de mortalidad, sino también de grandes pérdidas económicas como consecuencia de tratamientos, tiempo perdido y atención veterinaria. 

Para discutir cada uno de los aspectos asociados al cólico necesitaríamos quizás 5 ó 6 artículos como éste, por lo tanto la intención en este caso es discutir información bien puntual que puede ser de ayuda al momento de enfrentar un caso de dolor abdominal.

El cólico es una de las patologías o condición con un alto índice de mortalidad

Cuando enfrentamos un animal con cólico es importante hacerse una idea de cuál pudiera ser la condición que está produciendo o generando el dolor. Por supuesto lo ideal sería contar con  la atención veterinaria y medios de diagnóstico o exámenes sofisticados que faciliten la tarea. 

Sin embargo, cuando esto no es posible, los signos enseñados por el animal y la intensidad de los mismos nos ayudan a determinar cuál pudiera ser la fuente del dolor. 

Por ejemplo cuando hay acumulación de gas y fluido como ocurre en casos de dilatación gástrica, o cuando hay compromiso de la irrigación o isquemia de alguna porción del intestino como ocurre en casos de torsión o encarcelamiento, los signos clínicos se manifiestan intensamente, estas son condiciones agudas que implican un alto grado de dolor. 

Por otro lado condiciones con una evolución más lenta, como por ejemplo la obstrucción a nivel de la luz del intestino o impactación produce una sintomatología menos intensa pero de mayor duración.

CONTROL DEL DOLOR

Cualquiera que sea el caso, una vez identificada la fuente del dolor, el siguiente paso va a ser lograr el control del mismo. 

El control del dolor o la respuesta a la analgesia en un caso de cólico es un parámetro de vital importancia para establecer cuál pudiera ser el pronóstico y la evolución del mismo. 

En aquellos casos en los cuales el dolor no cede al uso de drogas analgésicas y calmantes, son de mal pronóstico y por lo general si no terminan con la muerte del animal, su resolución es sólo quirúrgica. 

Por otro lado, aquellas condiciones que responden a la acción de drogas como Xylazine (Rompun), Flunixin Meglumine (Banamine) o Butorphanol (Torbujesic) son de pronóstico más alentador y permiten el manejo médico del mismo. 

El manejo médico del cólico implica el uso de drogas como las ya mencionadas que controlan el dolor, pero también incluye la administración de grandes volúmenes de fluido que ayudan a prevenir la deshidratación y garantizar la irrigación a órganos vitales como los riñones, los cuales se verán afectados en aquellos casos que evolucionan lentamente.

Como mencionamos anteriormente, el caballo con dolor adopta posiciones que semejan intentos fallidos o dificultad para orinar. Es común (al menos en mi país) que algunas personas al cuidado del caballo, por ignorancia, tratando de “solucionar” eso que pareciera una “dificultad” para orinar, administren un diurético, Furosemida (Lasix), lo cual va a agravar aún más la deshidratación y el deterioro del caballo.

Por lo tanto, es importante recordar que el uso de Lasix está contraindicado en casos de cólico y no debe ser administrado.

La anatomía del tracto gastrointestinal del caballo implica largas estructuras tubulares, (intestinos) que conectan reservorios de gran capacidad (estómago y ciego) por junturas muy estrechas. 

Una característica muy particular del caballo es que el cardias o la porción donde el esófago se une al estómago únicamente se abre en dirección hacia el estómago, en otras palabras, el caballo no es capaz de expulsar ningún tipo de contenido desde su estómago al exterior,

Para hacerlo más gráfico, el caballo a diferencia de otros mamíferos no puede vomitar o eructar. En casos de cólico donde el normal funcionamiento de las vísceras está afectado, el contenido intestinal eventualmente se acumulará a lo largo de todo el sistema gastrointestinal. 

La acumulación de gases, fluidos e ingesta que no encuentran salida hacia el exterior producen la dilatación de las vísceras y consecuentemente un fuerte dolor. 

SONDA NASO-GÁSTRICA

De tal forma que facilitar la salida de este contenido es vital, no sólo en los casos de dilatación gástrica donde el vaciado del estómago a través de una sonda nasogástrica puede ser suficiente para resolver el problema, sino en cualquier otro tipo de cólico donde la distensión no tardará en producirse. 

El uso de una sonda naso-gástrica es una herramienta de gran ayuda y el vaciado o lavado estomacal es una acción obligada a tomar en el manejo clínico del cólico. 

Una consideración importante cuando se usa la sonda naso-gástrica es tener siempre en mente que el fin de usarla es sacar contenido para liberar la presión que existe, no introducir más volúmenes de sustancias que pueden agravar la condición. 

Mi recomendación es que una vez colocada la sonda, forzar la cabeza del animal hacia abajo lo más cerca del suelo posible y tratar que por gravedad y por la misma presión dentro del estómago el contenido comience a fluir hacia el exterior.

Los casos donde el dolor no cede con el uso de analgésicos o calmantes, son de mal pronóstico y por lo general, si no terminan con la muerte del animal, su resolución es sólo quirúrgica
La atención veterinaria y medios de diagnóstico o exámenes sofisticados, ayudan a enfrentar un caso de dolor abdominal

Una vez se ha vaciado parte del contenido estomacal entonces sí se puede comenzar a introducir pequeñas cantidades de agua para facilitar el lavado.

En resumen la pronta identificación de la fuente de dolor, la respuesta a la analgesia, evitar la deshidratación y disminuir la presión dentro de las porciones afectadas del tracto gastro-intestinal, son factores importantes a considerar al momento de enfrentar un caso de dolor abdominal, de la posibilidad que tengamos de controlar cada uno de ellos dependerá en gran parte el chance del animal para sobrevivir.

MV Enrique Castillo (Texas, EUA)* @cienciaehipismo • @classandspeed
El autor es un estudioso del caballo de carrera, su pedigrí y los patrones paralelos de cruzamiento, así como asesor en la selección y evaluación de animales para la compra a nivel de las ventas y fundador del website www.elcaballodecarrera.com, y la guiadelhandicapper.blogspot.com, Instagram: https:/t.me/elcaballodecarrera
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